Regálate 30 minutos de ejercicio diario, regálate una vida sana y feliz
Viendo un poco de televisión, o zapping como otros le dicen, me encontré un comercial de una bebida azucarada (muy famosa por cierto), donde dice que podemos quemar 150 calorías, paseando al perro, bailando o simplemente siendo felices. Pues en eso no se equivoca; en el ejercicio, más que encontrar un cuerpo envidiable, un estado físico lleno de energía, vamos a encontrar la felicidad. Es algo simple, hacemos ejercicio y liberamos endorfinas; lo que a su vez, produce una sensación de placer, nos generan un efecto analgésico y literalmente, se produce la sensación de felicidad. Así que, si está comprobado pues vamos a hacer ejercicio.
¿Pereza?, ¿falta de tiempo?, ¿nos queda muy lejos el gimnasio?, ¿queremos hacer algo diferente? y el más común: es que no quiero hacer ejercicio sin compañía. Así que acá les dejo mi experiencia, luego de pasar por estas preguntas infinitas, hasta que me decidí por regalarme 30 minutos de felicidad diaria.
Caminar: Si, empecé por bajarme del carro y empacar en mi bolso unos tenis. Recorrer la ciudad me hizo dar ganas de tomar en serio esto de hacer ejercicio. El resultado, piernas firmes, mejoró mi presión arterial y deje de enojarme tanto.
Fútbol: Canchas de fútbol y personas que quieren jugar fútbol, hay en cada esquina. Una oportunidad de hacer amigos, de liberar adrenalina y desahogar mi estrés dándole patadas a un pequeño balón.
Resultado, unos kilos menos, un grupo de amigos, más risas de las que mi estómago puede aguantar.
Relajación: Empecé a sentirme diferente, a verme diferente y el tiempo empezó a ser mi aliado, en lugar de ese factor imposible de controlar. Un masaje, una terapia facial o corporal, regalitos llenos de amor para mi.
Y por último y no menos delicioso, encontré un deporte nuevo lleno de emoción y exigencia, la equitación. Entre más hacia deporte, más buscaba algo que respondiera a mi nuevo estilo de vida. Siempre tuve problemas de postura y alguien me recomendó la equitación para resolver esa dolencia. Además, el contacto con los caballos, ayudan a la confianza, el autocontrol y a mejorar el autoestima.
Así que no fue tan difícil como lo pensé. Empecé con lo más simple y terminé con lo mejor. Aun práctico estas 4 actividades, varias veces al mes y mi cuerpo y mente, están más conectadas y sanas que nunca. Obvio, no fue algo que me tomó un mes, ni dos, ni tres; llevo más de 5 meses en esta rutina, pero ya siento, que el hábito está en mi vida y que quiero seguir sintiéndome así, el resto de mi vida.
Y ahora estoy más feliz que nunca, pues en Armenia, mi paraíso, encontré un lugar donde puedo darme estos 4 regalos y seguir llevando este estilo de vida, que me hace tan feliz. Si, acabo de encontrar mi hogar en Hacienda Horizontes, una unidad de casas ubicada en las afueras de Armenia, Quindío, en medio del Bosque y con todas las comodidades de un hogar moderno y amigable con el medio ambiente. Así que regálate 30 minutos ejercicio, regálate una vida sana y feliz. Simple, cambia de Horizontes y compromete con tu vida.